Para esta nueva entrega de “Fotos para el recuerdo” me acerqué a la sucursal de Caja Castilla la Mancha, situada en la calle Hospital, pues de sus paredes cuelgan un par de fotografías de gran tamaño dignas de comentar.
Uno de sus veteranos empleados, Ángel, muy amablemente me explicó todas las curiosidades de estas imágenes, que a continuación trataré de plasmar en este artículo.

En primer lugar tenemos esta panorámica del pueblo, que según me comentó fue un encargo con motivo de la apertura de esta sucursal bancaria, en 1982. Aunque parezca lo contrario, la fotografía es en color, pero con el paso de los años, y bajo la luz de las oficinas durante tantas horas seguidas, ese color ha desaparecido prácticamente por completo, dando a la imagen una sensación de más antigüedad, y desde luego un tono típico en blanco y negro o sepia.
Otra dato curioso es que costó 80000 pesetas. Por lo demás, ya cada uno puede “navegar” virtualmente por sus calles, recordando zonas que ahora simplemente no existen, o nada tienen que ver con las de hace casi 30 años.













Os dejo también unos detalles más cercanos de la fotografía original, para un mejor reconocimiento de cada zona. Aunque os digo con toda certeza, que nada tiene que ver el visionado de estas imágenes a través del ordenador con una visita física a la foto original dentro de la propia sucursal, de aproximadamente 2 x 2 metros, donde recuerdo perfectamente el pequeño corrillo de clientes que se formó frente a la fotografía el día que tomé estas instantáneas, cada cual comentando los múltiples rincones de la misma. Animo a nuestros lectores a que desde el blog nos refresquen la memoria a las nuevas generaciones.

Otra foto buenísima, en el despacho de la misma sucursal es esta, tomada en 1968, y que gracias a Ángel sabemos quiénes fueron sus protagonistas.

Dejo otra foto actual tomada desde la misma posición.
También saqué imágenes de los detalles para poder estudiarlos mejor.

Empezamos con ese magnífico carro, que por lo visto pertenecía al Tío Antonio Puyo, efectivamente, era el carro del panadero, que al igual que hoy en día, repartía por las calles del pueblo. El tío Puyo es el más alto, quien lleva gorra, y la otra persona con camisa blanca resulta que es Pepe Seguido, nuestro pregonero de las pasadas fiestas 2010, y un viejo conocido en nuestro blog.

En el lado derecho de la fotografía aparece el Tío Amaro, que posó para la ocasión junto al carro de Ferreiros, el afilador, que no aparece en escena.

Nos detenemos en esa pareja de amigos charlando junto al callejón del toril. El de la izquierda, con boina, es Santos, “el de las berenjenas”, y su interlocutor, que lleva la gorra con una cinta dorada resulta ser Jesús “Cacho”, conocido por todo el pueblo sin duda alguna. Fue el último pregonero de Tembleque, y ya os adelanto que le vamos a dedicar un capítulo aparte en una nueva entrega, gracias a algunas fotografías que me han prestado sus familiares.
La mujer que apenas se vislumbra tras la columna, es Teófila, “la de las casas de las conchas”, que vivía justo enfrente y debió salir por el pan del Tío Puyo.
Respecto a la última curiosidad por resaltar de esta fotografía, os puedo comentar que en el cartel que cuelga del callejón del toril dice lo siguiente: “SE PROHÍBE HACER AGUAS BAJO MULTA DE 50 PESETAS”
Hasta aquí he podido describir esta escena de 1968, gracias a los datos aportados por Ángel, de la CCM y por Pedro Toribio, sobrino de Jesús “Cacho”, ambos seguidores del blog.
En próximas entregas os contaremos, aparte de Jesús "Cacho", algo más de otros protagonistas de fotos míticas.