Manolito ya ha crecido,
ya ha cumplido veinte años.
Y al ejército le llaman.Que tiene que ser soldado.
Le toca a los Pirineos,
porque hacía mucha falta.
Cumple con su oblicación
para defender la Patria.
Los soldados le querían.
Les escribía las cartas.
Porque ellos no sabían,
por tener esa desgracia.
Yo ya tenía una novia.
Es la mujer que yo tengo.Y en tres años que yo estuve,
por poquito si la veo.
Porque Dios nos tiene en cuenta.
Nos hemos envejecido
con arrugas en la cara,
de tanto como hemos sufrido
en la vida cotidiana.
Unos han sufrido más,
otros han sufrido menos.
A todos nos toco algo
por lo menos el reintegro.
Que Dios no lo tenga en cuenta.
No nos haga de sufrir
en los años que nos queden.
Antes de sufrir morir.
Manuel López-Gil Gómez