Blog Villa Ð Tembleque

miércoles, 5 de enero de 2011

Amigos de los Clásicos: La Familia crece

El Club amigos de los Clásicos, como las buenas familias, crece y se multiplica.

La última vez que dimos noticia sobre esta especial y, porqué no decirlo, espectacular afición fue con ocasión de la visita que nos hizo Castilla-La Mancha Televisión, donde el Club consiguió congregar en nuestra maravillosa Plaza Mayor un importante e impresionante número de preciosos ejemplares.

En otro artículo, anterior al de la grabación, presentamos todos y cada uno de los tractores de los que en aquellas fechas disponía el Club, citando con cada uno de los modelos sus características principales.

Pues bien desde aquellos entonces la familia ha crecido y lo ha hecho de tal forma que los nuevos “hijos” no solo no desmerecen a sus hermanos si no que, dada su belleza, han engrandecido aún más la feliz familia.

Hoy voy a presentaros dos nuevos gigantes, que ya veréis que lo son no por su tamaño sino por su esplendor, belleza y valor, como hijos recién llegados hoy son los niños bonitos, la envidia de unos y el orgullo de otros.

Primero os voy a presentar el STEYR 288, este pequeño austriaco ya fue presentado junto con sus características, pero su estado, en aquellos momentos, era más que lamentable. Como una imagen vale más que mil palabras, creo que lo mejor es ver el antes y el después:

ANTES:














DESPUÉS














Espero que estéis de acuerdo con nosotros, ¿qué Padre no estaría orgulloso?

El otro recién incorporado a la familia es un hermano de sangre de otros dos ya existentes, como bien sabéis la Gran Familia, el Club, contaba con dos LANZ, un 28 y un 40, dos ejemplares de pura raza, de gran belleza y prestancia que eran, son y serán el deleite de cuantos ojos los vean. Como digo, hoy, tienen un hermanito, si en diminutivo ya que siendo un LANZ 28, no es como el que ya rodaba por las calles de nuestra Villa, este es ¡AÚN MÁS PEQUEÑO!.

Para que os hagáis una idea, dado que en las fotos no se puede apreciar con detalle su diferencia de tamaño, os diré que para subirse es necesario ladear el asiento, tan escaso es el espacio que no se puede pasar con el asiento en su sitio.

Bueno ya basta de palabrería y disfrutar de su vista.














Lo de ladear el asiento, para subir o bajar, no era broma. Aquí podéis verlo con detalle.


Creo que estas dos nuevas incorporaciones bien merecían ser conocidas y envidiadas, por eso este breve pero jugoso artículo, que si con esto ya podría darse por concluido el mismo, no quiero terminar sin presentaros un embrión que, el día de mañana y tras una nada despreciable inversión y transformación, seguro que pasará a engrosar la colección y se paseará por nuestras calles junto con sus hermanos.

Hoy lo vais a conocer en su estado actual y tan pronto se pueda os lo volveré a mostrar, ¿seremos capaces entonces de reconocerlo?














Sin más que contar, de momento, mis felicitaciones por sus nuevas adquisiciones a todos aquellos que forman tan insigne club y mis deseos de que la familia siga creciendo.

5 comentarios:

Fredy dijo...

¡Eso es una restauración en toda regla, y lo demás son tonterías!
En ese diminuto Lanz, yo no quepo "ni de coña"...

Anónimo dijo...

Como bien dices, jugoso y breve, pero tambien maravilloso reportaje.
Es verdad, es la envidia sana de muchos "yo incluido" y el orgullo de otros, por restaurar estas magnificas glorias del pasado,de verdad ¡MARAVILLOSOS!


Saludos.-

emobar dijo...

El Lanz azul es una jollita para la coleccion. El amigo Angel se ve que esta como un niño con zapatos nuevos

Penteo dijo...

Un reportaje muy claro sobre el enorme trabajo de restauración de estas máquinas.

Mirlo 30 dijo...

Gracias por los comentarios y estoy de acuerdo con vosotros, además creo que para aquellos que dedican su tiempo y dineros en dejarlos así de guapos, os agradeceran vuestros alagos y la sana envidia. Os puedo asegurar que si el verlos ya es una satisfacción, el conducirlos ya es la repera.
Lo dicho, en nombre de los Amigos de los Clásicos y en el mio propio, gracias por vuestras palabras.