Blog Villa Ð Tembleque

lunes, 11 de julio de 2011

Festividad de San Cristobal 2011-III

omo todos sabéis, este pasado fin de semana han tenido lugar en la Villa de Tembleque diversas actividades en honor de San Cristobal, Patrón de los conductores.
Con tal motivo a través de VÐT, y en sucesivos posts, os iremos dejando imágenes de dichos actos, que han contado con gran afluencia tanto de público como de participantes.
Y para comenzar este fotomontaje realizado a partir de algunas de las fotografías que he realizado durante estas dos jornadas festivas, si bien en este caso no han sido tan numerosas como en otras ocasiones debido a que de nuevo he tenido la suerte de poder conducir una de esas maravillosas máquinas pertenecientes al "Club de Amigos de los Tractores Clásicos" que ya se están haciendo muy queridas en las calles de la Villa despertando admiración y trayendo buenos recuerdos a su paso.
Quiero aprovechar la ocasión para agradecer a todos los integrantes de la "Hermandad de San Cristobal", en nombre del "Club de Amigos de los Tractores Clásicos" y en el mío propio, su amabilidad y simpatía.
Y sin más os dejo con las imágenes, y espero que disfrutéis viéndolas tanto como yo lo he hecho en estos dos días.

4 comentarios:

Penteo dijo...

Buen artículo de esta fiesta que cada año se va superando.

Anónimo dijo...

QUIEN TE HABITA SAN ANTON


Son poemas son poemas, le dijo San Anton a San Cristóbal:
¡Qué extraño es verte aquí conmigo San Cristóbal,
y cerrar los ojos, y abrirlos, y mirar,
y oír esos chirridos cómo si fueran un dolor mordiente, los ruidos inhumanos,
los bruscos bocinazos que deshinchan mi absurdo corazón hipertrofiado,
y ver como si todo esto fuera una lejana catarata que se derrumba al vacío,
y cerrar los ojos, y abrirlos, y mirar, y verte de nuevo aquí conmigo San Cristóbal!

Hablamos distantes, inútiles, correctos,
distantes y vacíos porque Dios se ocultaba. Cuando pasas por delante de mí San Cristóbal,
me reverencias y me llamas señor, distanciándote un poco, reprobándome,
y me tiendes tu mano, tu mano fuerte y callosa como la de la multitud de ahí fuera,
pero al mismo tiempo floja, rara y asustada como la mirada de un esclavo milenario,
no somos dos extraños San Cristóbal.

Llevas aquí poco tiempo, al contrario de mi que llevo aquí varios siglos,
y nunca he distinguido si estabas triste, alegre, cansado, indiferente o nostálgico.
No se quien te trajo aquí conmigo, si son los entusiasmos que para bien nos mienten,
o los errores que quizás no sean errores, o tal vez es el motor de explosión, los fácil-felizmente
caprichos sucesivos y a veces melancólicos. No importan mis angustias, no voy a confesarlas.
Sin más ni más, sin menos, cordialmente estrictamente a secas, mas pese a todo unidos como dos Santos.

¡Que extraño y que hermosamente extraño es verte aquí conmigo San Cristóbal!
Y sentir en mi corazón esa sorpresa que hace mudo mi espanto, y poder decir en voz
alta y felizmente, hay un desconocido que me habita y habla como si no fuera yo mismo.

Son poemas son poemas le dijo San Anton a San Cristóbal.



Saludos desde Coruña.

Anónimo dijo...

QUIEN TE HABITA SAN ANTON


Son poemas son poemas, le dijo San Anton a San Cristóbal:
¡Qué extraño es verte aquí conmigo San Cristóbal,
y cerrar los ojos, y abrirlos, y mirar,
y oír esos chirridos cómo si fueran un dolor mordiente, los ruidos inhumanos,
los bruscos bocinazos que deshinchan mi absurdo corazón hipertrofiado,
y ver como si todo esto fuera una lejana catarata que se derrumba al vacío,
y cerrar los ojos, y abrirlos, y mirar, y verte de nuevo aquí conmigo San Cristóbal!

Hablamos distantes, inútiles, correctos,
distantes y vacíos porque Dios se ocultaba. Cuando pasas por delante de mí San Cristóbal,
me reverencias y me llamas señor, distanciándote un poco, reprobándome,
y me tiendes tu mano, tu mano fuerte y callosa como la de la multitud de ahí fuera,
pero al mismo tiempo floja, rara y asustada como la mirada de un esclavo milenario,
no somos dos extraños San Cristóbal.

Llevas aquí poco tiempo, al contrario de mi que llevo aquí varios siglos,
y nunca he distinguido si estabas triste, alegre, cansado, indiferente o nostálgico.
No se quien te trajo aquí conmigo, si son los entusiasmos que para bien nos mienten,
o los errores que quizás no sean errores, o tal vez es el motor de explosión, los fácil-felizmente
caprichos sucesivos y a veces melancólicos. No importan mis angustias, no voy a confesarlas.
Sin más ni más, sin menos, cordialmente estrictamente a secas, mas pese a todo unidos como dos Santos.

¡Que extraño y que hermosamente extraño es verte aquí conmigo San Cristóbal!
Y sentir en mi corazón esa sorpresa que hace mudo mi espanto, y poder decir en voz
alta y felizmente, hay un desconocido que me habita y habla como si no fuera yo mismo.

Son poemas son poemas le dijo San Anton a San Cristóbal.



Saludos desde Coruña.

Beatriz Galindo dijo...

Saludos y buenos días.
Antes que nada, quiero pedir disculpas a nuestro amigo de A Coruña por la demora en agradecer su nueva y, como ya nos tiene acostumbrados, bella colaboración.
Como todos ya sabéis, debido a tener que moderar los comentarios, gracias a la cerrazón de ciertos elementos, últimamente los comentarios tardan más tiempo en aparecer en el blog y, en esta ocasión, éste se me había escapado.
Prometo, a no mucho tardar, publicar esta nueva poesía tal y como merece.
Un saludo, A Coruña y, de nuevo, muchas gracias.