Hoy, día 3 de febrero en el que se celebra la festividad de San Blas, nuestra Foto del Día nos trae la imágen de algo que desgraciadamante ya no podemos contemplar en Tembleque. Para todos aquellos que no hemos tenido la suerte de conocerlo, y una vez más gracias a Fernando, dejo esta bonita fotografía de la extinta Ermita de San Blas. Y para aquellos que sí la conocistéis, deseo que os traiga buenos recuerdos.
Quiero comentar aquí que, aunque no lo parezca a muchos ojos, esta ermita fue de gran importancia. Yo obviamente no llegué a conocer el templo, pero gracias a esta maravillosa fotografía, podemos contemplar lo que un día fue... Debo remarcar algunos elementos que denotan que esta ermita recibía la visita de muchos fieles. Por ejemplo un pórtico techado de entrada, influenciado a mis ojos por el westwerk carolingio, que en tantos templos acogía al pueblo, y una espaciosa nave única, que en el cruce con el transepto de pequeña longitud, deja espacio a un magnífico cimborrio octogonal. Este elemento del cimborrio, aunque resulte común en topografía eclesiástica, tiene mayor importancia de la que muchas veces se le da, pues, tratándose de una ermita, como es el caso, con una edificación sencilla habría bastado. Sin embargo, encontramos este elemento arquitectónico complejo, que requiere de la preparación de los soportes del crucero, con pechinas. En resumen, y más coloquialmente, es una lástima que este hermoso templo de cruz latina se haya perdido en el olvido pero, gracias una vez más a la inmortalidad que nos regala la cámara fotográfica, la hemos podido recuperar en la medida de lo posible.
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Hoy, día 3 de febrero en el que se celebra la festividad de San Blas, nuestra Foto del Día nos trae la imágen de algo que desgraciadamante ya no podemos contemplar en Tembleque. Para todos aquellos que no hemos tenido la suerte de conocerlo, y una vez más gracias a Fernando, dejo esta bonita fotografía de la extinta Ermita de San Blas. Y para aquellos que sí la conocistéis, deseo que os traiga buenos recuerdos.
Quiero comentar aquí que, aunque no lo parezca a muchos ojos, esta ermita fue de gran importancia. Yo obviamente no llegué a conocer el templo, pero gracias a esta maravillosa fotografía, podemos contemplar lo que un día fue... Debo remarcar algunos elementos que denotan que esta ermita recibía la visita de muchos fieles. Por ejemplo un pórtico techado de entrada, influenciado a mis ojos por el westwerk carolingio, que en tantos templos acogía al pueblo, y una espaciosa nave única, que en el cruce con el transepto de pequeña longitud, deja espacio a un magnífico cimborrio octogonal. Este elemento del cimborrio, aunque resulte común en topografía eclesiástica, tiene mayor importancia de la que muchas veces se le da, pues, tratándose de una ermita, como es el caso, con una edificación sencilla habría bastado. Sin embargo, encontramos este elemento arquitectónico complejo, que requiere de la preparación de los soportes del crucero, con pechinas.
En resumen, y más coloquialmente, es una lástima que este hermoso templo de cruz latina se haya perdido en el olvido pero, gracias una vez más a la inmortalidad que nos regala la cámara fotográfica, la hemos podido recuperar en la medida de lo posible.
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