miércoles, 30 de noviembre de 2011
Programación Navideña
martes, 29 de noviembre de 2011
MOTES EN LA VILLA DE TEMBLEQUE: LIBRETO FINAL
En aquel día que fue del 13 de septiembre del año de 2.011, vio por vez primera la luz un artículo que tenía por título MOTES EN LA VILLA DE TEMBLEQUE. Han pasado diez diferentes entregas, más su correspondiente apéndice, que nos han transportado hasta el día presente, el 29 de noviembre, muchos han sido los motes publicados y por tanto muchas las aportaciones recibidas. Las diez primeras entregas, contenían nada más y nada menos que 326 motes, todos ellos aportados por un único colaborador.
Desde esta ventana, nuestro profundo agradecimiento a ese pionero sin el que esta aventura no hubiera sido posible.
Tras las muy distintas publicaciones fueron apareciendo, de una forma u otra, nuevas aportaciones que permitieron incrementar nuestro conocimiento ampliando el listado inicial y así pudimos publicar un apéndice que completó los listados iniciales. La cosecha recogida, en este apéndice, fue de gran valor y conseguimos otros 118 motes.
La diosa casualidad ha querido que el Total de Motes sea un número curioso y desde luego importante 444.
Estamos seguros de que quedan más por descubrir y por ello la introducción que antecede a todos y cada uno de los 444 motes finaliza con la siguiente frase:
Creo que este trabajo que hoy entrecerramos debe ser ese documento vivo que, con el devenir de los años, continúe incrementando su contenido y sea considerado como un aporte más a la Historia de la Villa de Tembleque.
La frase anterior debe ser considera como una invitación para todos y, quien sabe, quizás en próximo mañana podamos recoger otros 444 motes más.
Para terminar mi agradecimiento a todos cuantos han seguido las diferentes entregas y muy especialmente a cuantos, además, han colaborado activamente en su confección.
Damos paso al libreto completo de LOS MOTES EN LA VILLA DE TEMBLEQUE, A 29 DE NOVIEMBRE DE 2011.
lunes, 28 de noviembre de 2011
Utensilios, Aperos y Máquinas del Ayer. La Tabla de Lavar o Losa
a colada ha sido siempre una tarea ingrata en el mejor de los casos, y una maldición en el peor". Samuel Pepys, el gran escritor de diarios inglés, así lo afirmaba en su anotación del 4 de abril de 1666: «Cuando toca colada cenamos carne fría». Pero su descontento con la cena era una nimiedad comparado con el suplicio de lavar la ropa.
El procedimiento fue básicamente el mismo durante cientos de años, y hasta que no aparecieron las primeras lavadoras, alrededor de 1860, prácticamente toda la ropa se lavaba trabajosamente a mano. Una hora en el pilón equivalía a una hora de natación a ritmo de carrera; era un trabajo tan agotador que hoy se considera causa de numerosas enfermedades.La gente disimulaba el mal olor con perfumes y desodorantes.

e cambió hacia finales del siglo XVIII. La gente pudo entonces cambiarse de ropa más a menudo, al abaratarse el precio de la tela con la Revolución Industrial; (Fotografía de la izda.El telar mecanico fue creado y patentado por Edmun Cartwright en el año 1786. Aumentó considerablemente la velocidad de tejido y permitía que una sola persona pudiera realizar el picado) lo que también hizo que aumentase el volumen de la colada. Las mujeres usaban como mínimo tres capas de ropa interior y lo normal era lavarlas una vez a la semana. Resultaba más económico hacer la colada en casa, si bien las lavanderías siguieron floreciendo en las grandes ciudades.
Hacia el siglo XIX las mejores lavanderías privadas tenían el suelo de piedra, pilones de ladrillo y un canal de desagüe. La colada se hacía en tinas de madera, algunas con grifos de agua caliente y fría. Durante el invierno, y en las ciudades que carecían de tendederos públicos, la ropa se colgaba en tendederos de madera y se dejaba secar en una habitación calentada por un horno. El lunes se clasificaba la ropa en montones de blanco, color y lana. Las doncellas quitaban los lazos, encajes y botones, demasiado delicados para sobrevivir al lavado, y frotaban previamente las manchas de grasa con lejía. La ropa se dejaba a remojo en agua tibia con sosa. El martes se encendían las calderas. La ropa blanca se lavaba al menos tres veces por separado, con jabón y en agua muy caliente (todo lo que la mano pudiera soportar); la ropa de color y la de lana se lavaban en agua fría, para evitar que destiñera o encogiera.Hasta mediados del siglo XIX las tablas, las tinas y los demás útiles para la colada era principalmente de madera. Para hacerla resistente al agua, la madera se dejaba secar durante 18 meses antes de usarse. Las nuevas tablas de lavar, de zinc, hierro o vidrio, tuvieron una excelente acogida. Los primeros inventos para aliviar esta dura tarea aparecieron en
1691, cuando en Inglaterra se patentó la primera máquina de lavar. Estas máquinas constaban básicamente de un tonel con paletas en su interior. El tonel se llenaba de ropa y una manivela hacía girar las paletas. Sin embargo, estas máquinas se estropeaban enseguida y destrozaban frecuentemente la ropa.El lavado de ropa en el rio es un método que aún se utiliza en muchos de los países menos desarrollados y en los países más prósperos continuo hasta el siglo XIX y aun más tarde en zonas rurales. Las antiguas lavanderas hacían su trabajo junto al rio golpeando la ropa contra las rocas y frotándola con arena.

Me contaba no hace muchos días, una de las amables conservadoras del "Museo del Esparto" de El Romeral, como en muchos pueblos de los alrededores, las mujeres salían a las puertas de sus casas con sus tablas de madera y sus barreños de zinc, y la hora de la colada se convertía así en el momento de conversaciones y "chascarrillos", mientras cuidaban de sus pequeños, que correteaban y jugaban a su alrededor...
La tediosa tarea de lavar la ropa apenas cambió hasta la aparición de las primeras lavadoras eléctricas, en 1906. Pero la proximidad del agua y la electricidad hizo que en un principio resultasen peligrosas y fueran miradas con prevención por sus usuarias.
DENOMINACIONES:
Tabla de lavar
Losa
Estregadera
Artesa
viernes, 25 de noviembre de 2011
Android VÐT app


Para obtenerla basta con hacer click aquí, descargarla al ordenador, y de ahí transferirla al terminal, o la opción más cómoda y habitual en el mundo Android, leer el código QR con alguna de las aplicaciones dedicadas.
Tras instalar la nueva aplicación e iniciarla, hay que esperar unos minutos a que actualice la información, en ese momento aparecerá un aviso del número de entradas no leídas, que al estar recién instalada serán todas, y en ese momento será totalmente operativa.
Esperamos que sea de vuestro agrado, y que expreséis vuestras opiniones para poder mejorarla en lo posible.
(Aplicación para iPhone proximamente...)
jueves, 24 de noviembre de 2011
NOTICIAS CORTAS EN LA PRENSA 1.933 - 1.934

En esta ya novena entrega, nos vamos a trasportar a los años de 1.933 y 1.934, dos años que estuvieron plagados de noticias, en cuanto a nuestra villa se refiere.
El 1.933 fue un año bastante tormentoso, o eso al menos nos dan a entender las noticias que en el hemos encontrado, así veremos mítines, asambleas, asesinatos, detenciones de candidatos a elecciones, incidentes durante esas elecciones o acciones poco democráticas frente a las mujeres que querían emitir su voto en las urnas.
El año siguiente, el 34, por el contrario es un año dedicado a los homenajes, reconocimientos, fiestas o banquetes, dedicación de calles y plazas a políticos y también por desgracia tendremos noticia de un temblequeño asesinado en Madrid por no querer secundar una huelga.
Espero, como siempre, que disfrutéis de esta nueva andanada de noticias.
martes, 22 de noviembre de 2011
MOTES EN LA VILLA DE TEMBLEQUE: APÉNDICE
Tras las diferentes entregas que han ido viendo la luz a través de las que hemos recordado, reconocido o visto por primera vez, los motes que circulan o han circulado por nuestra querida Villa y tal y como ya adelantábamos han surgido en este devenir nuevos y numerosos aportes de diferentes seguidores/colaboradores del Blog, que han hecho más extensas las listas ya conocidas.lunes, 21 de noviembre de 2011
Utensilios, Aperos y Máquinas del Ayer. Alcuceras o Aceiteras
anto los que seguís asiduamente VÐT, como los que me conocéis personalmente, sabéis ya la gran fascinación que los antiguos artilugios y utensillios ejercen sobre mi.Todos los lunes intentaré aportar uno nuevo a esta sección...
Por supuesto, como de costumbre, agradecería cualquier tipo de colaboración, corrección o información que pudieráis aportar, ya que algunos son completamente desconocidos para mi, y además los nombres cambian de unos lugares a otros...
Esta sección no seguirá un orden predeterminado, tipo orden alfabético, etc. Simplemente irán apareciendo en la medida en la que disponga de información......
Todos aquellos que queráis colaborar con objetos de los que tengáis en vuestro poder para poderlos fotografiar y añadir a los sucesivos posts que irán apareciendo, indicando su nombre, utilidad y procedencia, si el propietario así lo desea; así como cualquier tipo de historia o anécdota con ellos relaccionados.; no tenéis más que hacérmelo saber.
Y para comenzar traigo un curioso y bello objeto que, hasta apenas hace quince días, desconocía por completo se trata de la "ALCUCERA":
Las Alcuceras o Aceiteras, eran unos recipientes metálicos con un asa y rematados por un cuello y un cierre de latón, similares a cantimploras que se utilizaban para llevar en ellas el aceite para elaborar el guiso durante las largas jornadas de trabajo en el campo.
También me han dicho que se las llamaba GANDARRAS.
Lo más parecido que he encontado navegando por la red es esta Reconstrución Histórica de una Cantimplora Romana.
Se han encontrado varios ejemplares de cantimploras metálicas en excavaciones en campamentos militares romanos. Algunas estaban ricamente decoradas y, en general, tenían un tamaño pequeño, lo que unido a que estaban construídas en hierro hace pensar su probable uso para contener aceite más que para contener agua. Aceite destinado preferiblemente a su uso en los baños, como limpiador de la piel, no para usos culinarios. Está realizada en hierro con decoración y tapón en latón.
AGRADECIMIENTOS: Pedro Rodríguez, Joaquín y Luisa
Elecciones Generales 2011
viernes, 18 de noviembre de 2011
Green Day con Alcampo y WWF


- Noticia en El Día Digital
- Nota de prensa en Alcampo.es
- Nota de prensa en WWF Spain
- Noticia en Europa Press
jueves, 17 de noviembre de 2011
NOTICIAS CORTAS EN LA PRENSA 1.931 - 1.932
En esta nuestra andadura por la prensa de principios del siglo pasado hoy tras la entrega anterior, que nos abrió la puerta a los años treinta, vamos a recoger lo publicado o mejor dicho lo encontrado relativo a los años 31 y 32.miércoles, 16 de noviembre de 2011
Los Navíos Anuales de Permiso del Asiento de esclavos con Inglaterra hasta la feria de Portobello de 1731

l pasado día 2 del corriente mes de noviembre se han cumplido 510 años desde la llegada de Cristobal Colón a Portobello; y también, en un mes de noviembre, en esta ocasión, el del año 1739, la ciudad de Portobello, fue destruida por las naves de la Armada Inglesa al mando del Almirante Edward Vernon.

En varias ocasiones hemos traido ya a VÐT artículos relacionados con uno de los hijos más ilustres de La Villa, como lo fue el Almirante Don Manuel López-Pintado.
A modo de pequeña introducción, diré que:
El 5 de junio de 1500, celebró un contrato con la Corona, mediante el cual, se le concedió licencia para descubrir islas o tierras no visitadas por el Almirante de la Mar Océana ni otros navegantes, o que pertenecieran a la Corona Lusitana, a partir de las costas del
En 1501 zarpó del puerto de Cádiz en dos naves: San Antón y Santa María de Gracia, más un bergantín y un chinchorro. En este viaje, lo acompañó, entre otros, el piloto Juan de la Cosa y un hidalgo llamado Vasco Núñez de Balbóa.
En su cuarto viaje, Colón llegó a la costa atlántica del Istmo. El 2 de noviembre, llegó a una preciosa bahía en la actual provincia de Colón, a la que bautizó como el nombre de Portobelo o Puerto Bello.En compañía de su hermano, el Adelantado Bartolomé y su hijo Fernando, el Almirante zarpa de Cádiz en mayo de 1502, con las naves "La Capitana", "La Gallega", "La Vizcaína" y "Santiago de Palos". Luego de llegar a varias islas de las Antillas, logró recorrer las costas que van desde el Cabo Gracias a Dios (Honduras) hasta Cariari (Puerto Limón en Costa Rica).
Cuando Cristóbal Colón arribó a Panamá, el primer lugar que visitó fue Bocas del Drago, entrando por la que hoy es conocida como la Bahía de Almirante (Caribaró para los indígenas), por el canal que separa la "Isla Colón" de tierra firme.
Colón llega a la espaciosa bahía de Caribaró el 6 de octubre de 1502. Posteriormente arriba a la Laguna Aburemá (Chiriquí) y el 17 de octubre, a las costas de Veraguas.
A fin de buscar las célebres minas de oro, el Almirante regresa a las costas veragüenses. Tras un viaje lleno de vientos adversos y de mar agitado, llega a un río conocido por los indígenas como Quiebra, al que se le llama Belén, por haber llegado al mismo el 6 de enero de 1503. El 24 de febrero y con un total de 80 hombres, Colón fundó el primer asentamiento continental, al que llamó Santa María de Belén, el cual estuvo al mando del Adelantado Bartolomé Colón.
Creada la Colonia, se logró la alianza con varias tribus indígenas, entre ellos, la del Cacique Quibian, quien visitó a Colón a bordo de una de las naves del Almirante.
En 1510 se fundó la ciudad de Nombre de Dios, pero ante su desastrosa situación, ya que por hallarse en un lugar enfermizo se llamó "el Cementerio de América", se decidió trasladar la terminal de las flotas de los Galeones, en la última década del S. XVI, a Portobelo, más facilmente defendible por las alturas que rodeaban su bahía.

Es como la partida de nacimiento de éste que sería importantísimo lugar: PORTOBELO

Este plano fue obra de Bautista Antonelli, levantado en 1597, en el que se registran no sólo los lugares donde habían de construirse los fuertes, que de momento se reducían a dos, sino además la profundidad en pies de la bahía, donde se señala una cuadrícula grisácea para indicar el sitio que debía ocupar la ciudad, marcándose el camino de penetración a Panamá
.
Las ferias realizadas en la costa atlántica del Istmo de Panamá, primero en Nombre de Dios en 1544 y a partir de 1597 en Portobelo, tenían como objetivo primordial abastecer de artículos europeos los mercados americanos y enviar con destino a España los metales preciosos procedentes del Perú. La importancia de este evento de intercambio comercial se pone de manifiesto en los datos suministrados que indican que entre 1531 y 1660, de todo el oro que ingresó a España procedente del Nuevo Mundo, el 60% cruzó por el Istmo de Panamá. La última feria se realizó en Portobelo en 1739.

Portobelo. Las ruinas del Edificio de la Aduana, construido en 1611 por orden del Rey de España como depósito para el oro y la plata traído desde Perú a Portobelo, la ciudad comercial más importante en esta región durante el Siglo XVII.

Guerra de la Oreja de Jenkins, la ciudad fue destruida.
En el año 1980, las ruinas de las fortificaciones junto al cercano Fuerte de San Lorenzo fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO dentro del conjunto denominado Fortificaciones de la costa Caribe de Panamá.
..."Como en casi todas las guerra, y esta no iba a ser menos, estaba en juego la economía de cada contendiente. España, que había salido perjudicada de la guerra de Sucesión, trataba de mantener su monopolio comercial con América. Gran Bretaña, que había conseguido tras esa guerra el llamado Navío de Permiso y el Asiento de Negros, trata por todos los medios, legales e ilegales hacerse con un trozo del pastel. Sabiendo que España no iba a prorrogar la concesión por 30 años del Navío de Permiso, los británicos, sobre todo la clase dirigente y mercantil, veían con buenos ojos y hasta alentaban una guerra para desposeer a España por la fuerza lo que no habían conseguido con la diplomacia.El 13 de julio de 1713 fue ratificado el Tratado de Utrech por España y Gran Bretaña. Gran Bretaña solicitó la concesión del “Asiento de Negros” por diez años, obteniendo el monopolio de esclavos. En los preliminares, Felipe V envió poderes a su abuelo Luis XIV para firmarlos. Sin consultar con su nieto concedió a Gran Bretaña treinta años por los derechos de “asiento”. Además el rey francés firmó un tratado secreto con la reina Ana en el que figuraba esta concesión y otros beneficios perjudiciales para España.
"El Navío de Permiso era un buque mercante británico de 500 toneladas (de mercancías) encargado de hacer negocio cada vez que se realizaba la feria de comercio con las Flotas de Nueva España en Méjico y los Galeones de Tierra Firme. Estos navíos tenían permiso para vender sus mercancías cada año. Los beneficios fueron tan grandes que vieron un gran negocio en aumentar las ganancias de forma ilegal. Cuando a los navíos británicos se les acababa las mercancías eran repuestas por la noche desde pequeñas embarcaciones, aumentando así el negocio y los beneficios. Estos buques fueron conocidos como “barco de las Donaires”, pues al contrario que el mito no se vaciaban nunca. Las naves negreras aprovechaban las visitas a puerto para introducir mercancías. Cualquier nave con pretexto de averías o riesgo de naufragio entraba en puerto español y clandestinamente comerciaban productos a precios más baratos. El negocio era tan lucrativo, que muchos jamaicanos hicieron del negocio ilegal su forma de vida. Como resultado, el comercio español se redujo a la mitad. Los españoles tenían el derecho de visita de los buques mercantes británicos, confiscando las mercancías fuera de registro, es decir, sin declarar y por tanto ilegales, motivo de discordias continuas, sobre todo al aumentar el contrabando. En enero de 1739 estuvo a punto de firmarse la Convención de El Pardo, un acuerdo donde se resolvía la cuestión de las presas hechas por los guardacostas españoles, las cuentas que no cuadraban de la Compañía del Mar del Sur británica, los litigios fronterizos en Florida y otros problemas. España estaba dispuesta a ceder en varios aspectos del litigio, uno de ellos fue el pagar indemnizaciones por la captura de buques contrabandistas. Cuando el ministro Walpole presentó el convenio al parlamento para ratificarlo, la Cámara de los Comunes lo rechazó. Sin duda, los intereses y la avaricia de muchos, llevó a la guerra a las dos naciones. Walpole, que no deseaba la guerra, tuvo que ceder ante las presiones y hacer suya la frase ¡el mar de las Indias, libre para Inglaterra o la guerra!.






